Fobia situacional
Una fobia situacional es el miedo intenso e irracional ante una situación, escenario o contexto específico, como volar en avión, mirar por la ventana del último piso de un gran edificio, tomar el ascensor, utilizar el transporte público o conducir.

En este tipo de fobias, las características del lugar o el ambiente producen síntomas de ansiedad, estrés y nerviosismo, hasta el punto de llegar a generar en ocasiones ataques de pánico.
Ejemplos de fobias situacionales
Dentro de las fobias situacionales encontramos:
- Claustrofobia: miedo a los lugares cerrados o estrechos.
- Acrofobia: miedo a las alturas.
- Agorafobia: miedo a los lugares amplios y repletos de gente.
- Aerofobia: miedo a volar, especialmente en aviones.
- Traumatofobia: miedo a heridas, golpes o traumatismos.
- Antlofobia: miedo a las inundaciones.
- Amaxofobia: miedo a conducir.
- Filofobia: miedo a enamorarse.
- Merintofobia: miedo a ser atado/amarrado.
- Nictofobia: miedo a la oscuridad.
- Glosofobia: miedo a hablar en público.
- Ataxofobia: miedo al desorden.
- Quiraptofobia/Hafefobia: miedo de tocar o ser tocado.
- Escopofobia: miedo a ser observado.
- Brontofobia: miedo a las tormentas eléctricas.
- Fobia social.
Algunos de estas miedos hacen referencia a situaciones cotidianas, como la amaxofobia (miedo a conducir) y la fobia social, de manera que suelen tener un gran impacto en la vida de la persona, hasta el punto de llevarle a necesitar ayuda psicológica.
Otras fobias, como la antlofobia (inundaciones), son realmente atípicas, y la persona descubre que las padece tras enfrentarse a este tipo de situaciones.
¿Qué motiva el miedo en las fobias situacionales?
Comúnmente, la causa de las fobias situacionales son traumas o experiencias desagradables que tuvo la persona en algún lugar en particular. A su vez, el origen del terror puede provenir de las características específicas del entorno, sus dimensiones, ubicación y accesibilidad.
Ciertos lugares producen ansiedad naturalmente, como los puentes o los aviones. En estos casos, las personas fóbicas experimentan niveles de miedo incontrolable y paralizante, hasta el punto de tener un ataque de pánico.
Otras situaciones, como los espacios cerrados o el metro (subterráneo), generan miedo debido a las estrechas dimensiones del lugar, especialmente si se encuentra repleto de gente. Quienes le temen a estas situaciones, sienten que si sufren de un ataque al corazón o se desmayan, los cuerpos de seguridad no podrán asistirle.
Los síntomas de las fobias situacionales son los mismos que los de otros tipos de fobia:
- Miedo y ansiedad, en muchas casos la misma es anticipatoria.
- Pensamientos paranoides y catastróficos, de daño o muerte.
- Dificultad para respirar.
- Opresión en el pecho.
- Taquicardia.
- Sudoración.
- Ataques de ansiedad o de pánico.
- Necesidad de escapar.
- Comportamientos de evitación.
El tratamiento para las fobias situacionales corresponde a un abordaje psicoterapéutico, el cual consiste en identificar los pensamientos y comportamientos que generan ansiedad, y modificarlos o reemplazarlos por ideas y acciones que contrarresten el estrés y el miedo.