Osmofobia
La osmofobia (también conocida como olfactofobia u osfresiofobia) es el miedo o la aversión a los olores.
Algunas personas que sufren esta fobia pueden verse afectados tanto por los malos olores como los buenos, mientras a otros solo afectarles los malos olores, o sentir nauseas por un olor en particular.
Las personas que sufren osmofobia se esfuerzan por evitar los olores fuertes, cubriéndose la nariz y evitando los lugares que puedan desprender mucho olor, como por ejemplo cocinas o baños.
Aunque también pueden evitar acercarse a personas que desprendan un fuerte olor corporal, ya sea por el uso de colonia o por falta de aseo personal.
Etimología: el origen de la palabra osmofobia proviene del griego osmo (olfato) y de fobos (miedo o temor)
Causas
La osmofobia suele deberse a una respuesta condicionada normalmente por un evento traumático al asociar un olor determinado con una situación.
Un ejemplo claro, podría ser el olor a neumáticos quemados durante de un accidente de tráfico. Cada vez que el individuo vuelva a oler a neumáticos quemados puede rememorar el accidente, el miedo y la ansiedad que sintió.
En algunos casos el miedo a un olor determinado puede estar relacionado con otra fobia. Por ejemplo las personas con talasofobia (miedo al océano) pueden sentir ansiedad al sentir el olor del mar.
Osmofobia y migrañas
Varias investigaciones recientes han estudiado la relación entre osmofobia y cefaleas, llegando a la conclusión de que alrededor del 50% de los pacientes con migrañas crónicas presenta fobia a los olores.
Según dichos estudios, los pacientes que llevan más años sufriendo cefaleas presentan más signos de osmofobia, aunque también relacionan las cefaleas con la fonofobia (miedo a los ruidos fuertes)
En cualquier caso no queda claro si la osmofobia y la fonofobia son la causa del dolor de cabeza o si aparecen como consecuencia.
Tratamiento
La osmofobia no suele tratarse, a no ser que cause un gran malestar en la persona la padece, pudiendo tratarse con psicoterapia.
Para tratar esta y otras fobias, un psicólogo utiliza habitualmente Terapia Cognitivo Conductual, combinándola con una terapia de exposición y desensibilización sistemática.
Fobias relacionadas:
- Bromidrofobia: Fobia a los olores corporales
- Autodisomofobia: Fobia al olor corporal propio
- Halitofobia: Fobia al mal aliento
- Aliumfobia: Fobia al ajo
- Cromatofobia: Fobia a los colores
- Fonofobia: Temor a los sonidos fuertes
- Sonofobia: Miedo a los sonidos
- Misofobia: Fobia a la suciedad o a los gérmenes