
Claustrofobia
=> Miedo a los Espacios Cerrados
La palabra logofobia (también llamada verbofobia) se encuentra compuesta por la raíz griega logos (palabra, discurso) y phobos (miedo, temor), y hace referencia al miedo o aversión irracional a las palabras, sean nombradas, escritas o leídas.
Quien padece de esta fobia puede desarrollar síntomas de nerviosismo y ansiedad cuando pronuncia o escucha las palabras que le causan temor.
Puede sonar descabellado que una persona le tema a las palabras, sin embargo, el sentido de una fobia es precisamente ese, que el miedo es irracional. No obstante, para quienes experimentan logofobia, las causas de su malestar pueden ser bien delimitadas y explícitas.
Ciertamente, una palabra no posee una connotación “peligrosa” (al menos no en su morfología), en este sentido, lo que le atribuye un matiz negativo, son los significados, símbolos y sentimientos que se le colocan.
De acuerdo a esto, la logofobia puede desarrollarse por medio del aprendizaje de connotaciones negativas atribuidas a palabras que por sí solas, no poseen. Caracterizar a tal o cual palabra como “mala”, “prohibida” o “indebida”, puede llevar a ciertos individuos a desarrollar un rechazo a la misma.
Palabras que tienen un matiz religioso o ideológico negativo, pueden generar sentimientos de culpa, remordimiento, miedo, ansiedad y estrés en quienes las pronuncian. Un ejemplo clásico de esto, es la palabra “maldición”, ya que en algunos grupos religiosos, se beta el maldecir y se relaciona con la ofensa y el pecado.
Por otro lado, la logofobia puede ser ocasionada por experiencias traumáticas, penosas o dolorosas asociadas a ciertas palabras. Por ejemplo, bien es cierto que hay palabras difíciles de pronunciar para algunos, por lo cual, tener que decirlas en público puede ocasionar un nerviosismo tan intenso, que se evitará o se rechazará a toda costa, utilizar estas palabras.
En este sentido, condiciones previas como la dislexia y diversos trastornos del aprendizaje (especialmente de la lectoescritura), pueden sumar aún más ansiedad y estrés al individuo cuando debe decir, escribir o leer en voz alta, ciertas palabras que se le dificultan.
Además de la logofobia, existen fobias similares relacionadas con las palabras y sus usos: