Frigofobia

La frigofobia (también llamada psicrofobia, queimafobia o queimatofobia) es el miedo intenso y desproporcionado al frío. Las personas que sufren esta fobia pueden abrigarse con ropa de invierno y mantas, sin importar la temperatura del aire o la época del año.

La palabra frigofobia proviene de la unión de la raíz latina para frio frigus, y de la palabra griega para miedo fobos. Si bien esta fobia se utiliza para definir el miedo a las bajas temperaturas meteorológicas, también puede afectar a los objetos que se encuentran a baja temperatura (por ejemplo a comida)

Causas

La frigofobia suele ser causada por haber sufrido una o varias experiencias traumáticas en el pasado, por ejemplo una hipotermia. Tras la mala experiencia, la persona asocia el frio con sentimientos de ansiedad, y en el futuro puede rememorar los sentimientos desagradables cada vez que bajen las temperaturas.

En otras ocasiones, el evento traumático, puede ser perder a un ser querido (por ejemplo que fallece al tener un accidente en la nieve y no recibir ayuda), o incluso en casos extremos al ver en televisión como alguien sufre o muere debido al frio, por una avalancha de nieve u otra situación relacionada con el hielo.

Síntomas

Los síntomas de la frigofobia incluyen ansiedad y miedo, pero se caracterizan sobretodo por la ansiedad anticipatoria, pudiendo existir una preocupación constante de que bajen las temperaturas.

Otros síntomas de esta fobia pueden ser experimentar dificultades para pensar en otra cosa que no sea el frio, sensación de falta de aire, aceleración del ritmo cardíaco, temblores y entumecimientos del cuerpo entre otros.

Tratamiento

La frigofobia puede ser tratada y curada por un psicólogo, normalmente usando terapia cognitivo conductual conjuntamente con una exposición gradual y técnicas de relajación.

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